jueves, 18 de octubre de 2012

los diaguitas


Los Diaguitas.
Con este nombre se ha referido algunos estudiosos a las distintas poblaciones que ocupaban la región de los valles transversales, los de Copiapó al sur. El primero en darles este nombre fue el arqueólogo Ricardo Latcham, basándose en datos de fines del siglo XVI y XVII, que mencionaban a indio diaguitas en coquimbo, así como supuestas similitudes entre estos los diaguitas transandinos. Mucho se ha discutido acerca de si es o no correcto darles esta denominación. Por ahora, lo único que avala son referencias documentales de inicios de la colonia y datos toponímicos de la región de coquimbo.No esta claro cuales de los grupos indígenas entre Copiapó y Limari eran realmente diaguitas. Según el cronista Bibar, en cada uno de estos valles se hablaban lenguas distintas. Pero pareciera haber compartido ciertos principios de organización social, como el sistema de jefaturas duales, común a todos ellos. Al parecer, la ocupación principal de los diaguitas fue la agricultura y la ganadería que complementaban con la caza, la recolección de frutos y la pesca. En la mayoría de los valles la escasez de lluvias los había hecho desarrollar sistemas de regadío artificial.Uno de los problemas que dificulta su estudio, además de la poca documentación conocida hasta ahora, es el impacto de la presencia inca que a la llegada de los españoles, habría afectado fuertemente las formas de vida propias de esta población.

•En la época de la conquista hispánica se denominaba Provincias Diaguitas a cierta región del noroeste argentino, que comprendía los valles de Salta, Catamarca, Tucumán, La Rioja y las tierras altas de San Juan. La cultura que allí se desarrolló no tiene ligazón con la de las provincias de Atacama y Coquimbo, pese a que fueron las aparentes semejanzas entre una y otra las que llevaron a los primeros arqueólogos chilenos a adoptar este nombre para la cultura chilena de las provincias mencionadas. Con posterioridad, los estudios realizados por Francisco Cornelly echaron por tierra el presunto parentesco entre ambas culturas.
Actividad textil y orfebreria
   

• Los diaguitas tuvieron dos tipos de cerámica ; una de tipo doméstico, que era sencilla en su forma y decorado, destinada a satisfacer necesidades prácticas como cocción y almacenamiento de alimentos y agua. La otra era destinada al culto de los dioses o al entierro de los muertos. Este último tipo de cerámica diaguita alcanzó una gran belleza.
Gracias a los aportes arqueológicos, se divide la evolución de la alfarería dibujada de este pueblo en cuatro etapas: La Arcaica, la Transicional, la Clásica y la de Influencia Incaica.
Etapa Arcaica: La alfarería constaba de algunos cantaritos y ollas rústicas, con trazos de líneas gruesas en el interior, que a veces se aplicaba también en el exterior del plato. Los colores usados eran rojos, como color de fondo y en los signos, el blanco y negro. En los más antiguos, también encontraron colores rojos, amarillos y negro.
Etapa Transicional: Aparece la influencia Chincha en la alfarería di
aguita chilena, es la segunda etapa de la alfarería dibujada. Los colores que usan son el rojo, negro y blanco.
Etapa Clásica: En esta etapa aparecen los platos con paredes perpendiculares, los dibujos se hacen nítidos y el arte llega a un verdadero clasicismo muy bien definido. En este tiempo deben haber aparecido los jarros patos; entre los temas de sus diseños aparecen estilos nuevos, trazos sencillos de tamaño grande en color negro sobre fondo rojo, con una fina línea blanca que circunda el dibujo negro.
Etapa de Influencia Incaica: Se caracteriza por la introducción del aríbalo, de platos planos, ornitomorfos o con asa y probablemente del plato campanuliforme, además de algunas reformas en la forma de los platos, calidad y color de ellos; esa influencia no es pareja en el territorio diaguita y se expresa con mayor fuerza en la parte norte (Copiapó) y disminuye hacia el sur

tipos de cerámicas
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• CERÁMICA:
Los diaguitas tuvieron dos tipos de cerámica ; una de tipo doméstico, que era sencilla en su forma y decorado, destinada a satisfacer necesidades prácticas como cocción y almacenamiento de alimentos y agua. La otra era destinada al culto de los dioses o al entierro de los muertos. Este último tipo de cerámica diaguita alcanzó una gran belleza.
Gracias a los aportes arqueológicos, se divide la evolución de la alfarería dibujada de este pueblo en cuatro etapas: La Arcaica, la Transicional, la Clásica y la de Influencia Incaica.
Etapa Arcaica: La alfarería constaba de algunos cantaritos y ollas rústicas, con trazos de líneas gruesas en el interior, que a veces se aplicaba también en el exterior del plato. Los colores usados eran rojos, como color de fondo y en los signos, el blanco y negro. En los más antiguos, también encontraron colores rojos, amarillos y negro.
Etapa Transicional: Aparece la influencia Chincha en la alfarería diaguita chilena, es la segunda etapa de la alfarería dibujada. Los colores que usan son el rojo, negro y blanco.
Etapa Clásica: En esta etapa aparecen los platos con paredes perpendiculares, los dibujos se hacen nítidos y el arte llega a un verdadero clasicismo muy bien definido. En este tiempo deben haber aparecido los jarros patos; entre los temas de sus diseños aparecen estilos nuevos, trazos sencillos de tamaño grande en color negro sobre fondo rojo, con una fina línea blanca que circunda el dibujo negro.
Etapa de Influencia Inca: Se caracteriza por la introducción del aríbalo, de platos planos, ornitomorfos o con asa y probablemente del plato campanuliforme, además de algunas reformas en la forma de los platos, calidad y color de ellos; esa influencia no es pareja en el territorio diaguita y se expresa con mayor fuerza en la parte norte (Copiapó) y disminuye hacia el sur.
 VESTUARIO: 

Del tipo de vestimenta que usaban los diaguitas, se sabe que utilizaron el algodón y la lana de llama. Restos arqueológicos han podido determinar
que utilizaban collares y adornos de piedra de malaquita y de conchas. 

  

• UTENSILIOS:
Los diaguitas utilizaban distintos tipos de herramientas hechas de cobre, pinzas, cinceles, espátulas. También usaban herramientas de hueso, como cucharas magníficamente talladas con figuras de hombres y animales, también torteras que servían para hacer girar el huso de hilo, puñales, agujas, roldanas, barbas para arpón. 
Los diaguitas también tenían una alfarería doméstica, que no era pulida ni pintada; era de color terroso, gris, muchas veces negro tizano por el uso en contacto con el fuego. Estos tipos de cántaros son variados en forma y tamaño: hay algunos rectos como taza, otros muy alargados, los hay como miniaturas y cántaros de hasta 32 cm. de diámetro, por 45 cm. de largo.

Actividades de subsistencia
• Los diaguitas fueron sedentarios. Por el carácter de su economía, tendieron a concentrarse en los valles donde practicaban la agricultura, la caza, el pastoreo y la pesca.
• A la llegada de los españoles en el siglo XVI, desarrollaban una agricultura bastante avanzada pues empleaban técnicas como el riego y el cultivo en terrazas. En éstas sembraban maíz, papa, quínoa, algodón y zapallo. Todos estos cultivos eran de alto rendimiento. Otra de las actividades que realizaban era el pastoreo de rebaños de llama que habían logrado desarrollar con la domesticación de este animal. El pastoreo de ganado auquénido, fue una tarea paralela que consumía parte del tiempo de familia. Casi todo el año, los animales eran alimentados en los pastizales cercanos a los valles. Pero al acercarse el verano, los rebaños eran trasladados hasta los ricos pastos cordilleranos. Esta actividad se complementaba con la caza del guanaco.
• Los diaguitas también practicaron el comercio con los pueblos de la costa, de los cuales obtenían pescados, mariscos, conchas, plumas de 
aves, cuero de lobo de mar, etc. Por su parte, mantenían comercio con los pueblos del interior que les proporcionaban: metales, sal, coca, y algunos alimentos vegetales.
• La dieta alimenticia de los diaguitas estaba constituida por los cultivos de maíz, frijoles, papas, porotos, zapallos y quínoa. Además de lo anterior, se complementaba con semillas y frutos silvestre del algarrobo, chañar y cactus ( tuna ) . También fabricaban chicha de molle y del algarrobo. Complementaban la dieta con la caza de aves y roedores, más la crianza de llamas y guanacos y el intercambio con la costa, que proporcionaba el pescado y los mariscos.
• Como medio de transporte para recorrer las rutas que unían la costa con los pueblos del interior, los diaguitas utilizaban la llama.

RELIGIÓN:
• Los diaguitas adoraban al sol. Tenían sacerdotes especiales, "magos" o "hechiceros". Creían en la inmortalidad del alma aun cuando desdeñaban la antigüedad y la profundidad de esas mismas creencias.Los sacerdotes eran también médicos. Cuando un diaguita se hallaba enfermo y próximo a morir, sus parientes lo velaban en medio de copiosas libaciones. Esto lo entendían como una defensa de las fuerzas malignas que le amenazaban. Las ceremonias del entierro duraban ocho días y luego se quemaba la casa para impedir su regreso. Como para ellos sólo existía la muerte violenta, todo fallecimiento se suponía provocado.La creencia en el más allá se reflejaba en todo un ciclo de ceremonias relacionadas con la muerte, desde el entierro en "posición ritual" hasta la elaboración de sepulturas pircadas acompañando al muerto con su ajuar funerario. Los adultos eran enterrados en cámaras pircadas o directamente en la tierra, salvo en algunos casos se les enterró en urnas, a la manera de los niños. 

ARTE:
• Las pictografías son numerosísimas en la región. Generalmente se trata de reproducciones de figuras aisladas, aunque la exigüidad de la pared lítica que las contiene les dé un engañoso aspecto de composición. Algunas parecen haber sido escenas de conjunto. Los animales están también representados.La música tenía cierto tinte militar. Tocaban pingollos y cornetas. Además utilizaron la flauta de pan, la flauta análoga en madera, la flautas simples, silbatos, ocarinas.Vivían en casas cuadradas, hechas de piedra y con techo de paja.Fueron guerreros valientes y enfrentaron tanto la conquista de los Incas como la de los españoles.Sus armas típicas eran el arco y la flecha y combatían de a pie.








Ubicación geográfica:
• Los diaguitas habitaron el Norte Chico, teniendo como límite norte el río Copiapó. Su límite sur no está bien definido, pues según algunos estudios sería el río Choapa y según otros, el río Aconcagua.
Las características geográficas de la zona que habitaban los diaguitas corresponden a los Valles Transversales, formados por las cadenas montañosas que se desprenden de la Cordillera de los Andes interrumpiendo la planicie interior. La vegetación se componía de jarales, chañares, algarrobos y pimientos. Degus, zorros, perdices y vizcachas constituyen parte de la fauna de esta zona.


Alimentación y vivienda
• Aunque el maíz era la base de su alimentación, también los porotos y el zapallo formaban parte de su dieta.
• Los diaguitas habitaban dos tipos de aldeas según fuera tiempo de paz o de guerra.
En tiempo de paz las aldeas estaban formadas por viviendas fabricadas con material ligero de origen vegetal. En un caso, se especifica que las casas se concentraban en un espacio reducido, "estaban muy espesas", señala un cronista. Entre las casas de estos pueblos se destacaba la "ramada o casa grande" del jefe, probablemente vinculada a sus necesidades ceremoniales o a sus hábitos poligénicos. Otra estructura que se debió destacar en la aldea o en su proximidad era la casa o especie de santuario del chaman o sacerdote del valle.
En tiempos de guerra, los diaguitas habitaban aldeas fortificadas o pukara, ubicados en sitios elevados, de difícil acceso, fáciles de defender y apropiados para arrojar proyectiles desde lo alto a los atacantes. Eran construidos con murallas de piedras y en algunos casos se describen entradas de madera y estacadas o palenques.

    
El pueblo diaguita
• También llamados “calchiquies”, cultivaron el maiz con el sistema de terrazas, obtenian lana de las llamas, el guanaco y la vicuña. Trabajaron el oro, plata y cobre.

Organización Social
• La familia diaguita vivía concentrada en pequeñas aldeas de distribución dispersa. Sus miembros desarrollaban una intensa producción de alimentos al amparo de la agricultura y la ganadería.
• Dentro de la organización de la familia diaguita era frecuente la práctica de la poligamia. Los señores se casaban con 10 ó 12 mujeres, mientras los hombres comunes tenían sólo 1 ó 2 esposas.
• Las decisiones importantes se tomaban colectivamente en una asamblea con carácter ceremonial. En ellas podían participar todas las personas que estaban en condición de tomar armas.
• En caso de amenazas o ataques externos, los diaguitas se organizaban colectivamente para hacerles frente. Las armas que utilizaban consistían en lanzas largas, hondas, dardos arrojadizos, arcos y flechas, macanas, galgas (rocas grandes que echaban a rodar desde lo alto de los cerros), y ollas con fuego en su interior. Utilizaban cueros de animales como petos y escudos.

Reseña Histórica
• La zona de los valles transversales entre los ríos Copiapó y Choapa, en el siglo XVI D.C estaba habitada por el pueblo Diaguita.
• Con el aporte de la arqueología se ha podido determinar que hacia el 1300 D.C los diaguitas constituían una sociedad agro-alfarera, con una forma de vida sedentaria que vivían principalmente de la agricultura y la ganadería. Construían aldeas y poseían una estructura política dual.
• A la llegada del conquistador español, en 1535, los diaguitas habían alcanzado un alto nivel en la explotación agrícola y ganadera, complementándolos con la explotación de los recursos costeros. Posterior a la conquista española la población diaguita fue disminuyendo paulatinamente por efecto de la guerra, epidemias y mestizaje.

martes, 9 de octubre de 2012

los chonos


Los Chonos.
Banda caonera, deambulaban por los mares extremos de sur del país. Los chonos navegaban principalmente por el Golfo de Penas y la península de Taitao.
Debido a las actividades de pesca y recolección de mariscos, estos pueblos recorrían incesantemente los canales y senos; buscando los lugares que podrían ofrecerles algún resguardo y abundancia de alimentos.
A pesar del frío, el viento y la nieve, los canoeros apenas cubrían su espalda a la cintura con un trozo de cuero de lobo marino o pieles de guanacos y en ocasiones dormían a la intemperie, sobre la nieve, apretados unos con otros a manera de ovillos.
Para la pesca usaban arpones de distintos tipos las mujeres portaban cestas se sumergían en las aguas y caminaban por los roquerios extrayendo mariscos y algas. Los chonos usaban arpones de madera y cuchillos de huesos de ballena.
A la llegada de los españoles, vivían en clanes que se desplazaban por grandes extensiones de territorio en busca de alimento. Los jesuitas iniciaron su evangelización y escribieron un catecismo en su lengua. Las autoridades de Chiloé designaron como jefe e intérprete a un hombre llamado Pedro Delco, para que fuera un representante del rey entre su pueblo. Hacia fines del siglo XVIII, el pueblo de los chonos había ya desaparecido, mezclándose definitivamente con la población chilota. Los últimos fueron enviados a vivir en una misión jesuita en las islas Guar y Puluqui, en el archipiélago de Calbuco.
   Dados los pocos antecedentes acerca de los Chonos, no se tiene conocimiento de alguna manifestación cultural o artística. Se ignora entonces, alguna leyenda de ellos, pero es altemente posible que las tuvieran. Se debe recordar, que se sabe que sus descendientes se mezclaron con mapuches de la isla de Chiloé en un proceso de mestizaje. Allí, los chilotes, desarrollaron una cultura marítima, rica en mitos y leyendas, a las cuales no sería de extrañar, aportaron los descendientes de esta etnia extinguida.

Lengua Chona:

La lengua de los chonos permanece desconocida. Sólo habrían quedado algunas palabras de su idioma. Algunos estudiosos han atribuido origen chono a topónimos que existen en Chiloé, entre los cuales figuran aquellos terminados en -ec y en -ac, tales como las islas Laitec, Chaulinec, Quenac, Cahuac, Isquiliac; costas de Ichoac, Auchac, etc.
Términos chonos serían: yal, para designar 'piedra', 'roca filuda', 'peñasco'. También: tac con lo que se designaba el marisco, por el ruido que hacen al cerrarse o ser golpeadas con piedras
La lengua de los chonos se extinguió hace ya mucho tiempo.

La religión:

Los chonos fueron evangelizados durante los siglos XVII y XVIII por los jesuitas de Chiloé, y para ello se los trasladó a la isla Chaulinec, donde se presume se origina su acelerada desaparición, probablemente producido por el choque cultural.
Los testimonios de su presencia están en nombres se muestran en la toponimia (estudio del origen y significación de los nombres de lugar.) Como muestra se puede citar el nombre de las islas Quenac, Apiao, Lin-Lin, o Caguach y en lugares arqueológicos como sitios de conchales cerca de playas.

Organización:


Los Chonos tenían una organización básica, en pequeñas bandas o grupos constituidas por cuatro familias máximo. Esta es típica de las etnias que debían su dependencia al ecosistema marino. Como el sustento no soporta una explotación por grandes grupos, debían necesariamente, mantener grupos relativamente pequeños. Respondían seguramente, a un jefe o líder, miembro de alguno de los clanes o familias, que decidía el momento de marchar a un nuevo sitio, o donde establecerse o armar campamento.
Al navegar, el hombre estaba siempre atento a la posibilidad de cazar alguna presa. La mujer remaba. Ella era también, la que recolectaba mariscos.
  

Sustento:

Los Chonos se dedicaban fundamentalmente a la pesca, la caza de lobos marinos, la recolección de algas marinas (usadas como vestido) y, especialmente, a la recolección de mariscos.
Descripciones de su forma de vida, señalan que "sus embarcaciones eran excelentes; construidas de tres tablas cocidas entre sí mediante fibras vegetales; sus vestidos son de lana o de fibras de corteza; son pescadores y recolectores de mariscos; cultivan papas y tienen algunos animales; su vivienda es la misma canoa, aunque en ocasiones hacen ranchos; tienen anzuelos de madera, redes de fibras de corteza de árbol, lanzas, macanas y puñales de hueso".
Su subsistencia dependía casi en un 80% de la pesca, marisqueo y caza marina, incluyendo aves. La recolección terrestre de raíces, hojas y tallos comestibles, junto a la colecta de huevos de aves, pingüinos, gaviotas, patos y otros más, constituían el complemento alimenticio de estos grupos nómades del mar.

Poblacion :

No existen datos ciertos acerca de los Chonos, pero su población para los años 1540-1550, se estima que ellos habrían alcanzado unos 2500 individuos. Estimaciones de épocas de los exploradores posteriores, hablan de unos mil individuos.
Ya en 1710, se narra que un grupo de unos 200 individuos, se asentaron en las islas Huar y Chaulinec, cerca de algunos pueblos de conquistadores españoles refugiados allí. Pero, tal vez, mezclados con grupos mapuches de Chiloé, desaparecen de los registros históricos.
Otro grupo se desplazó hacia sectores más meridionales, al sur del Golfo de Penas, asentándose en la región de los mares interiores de Otway y Skyring, donde fueron encontrados por la expedición de Fitz Roy en 1835.
Una parte importante de los chonos desaparecerá producto de las rivalidades y conflictos con los europeos y se fueron extinguiendo hasta desaparecer en el siglo XVIII como etnia, por una asimilación forzada al sistema social y económico de los colonos blancos.

Ubicacion:
En las islas situadas al sur de Chiloé y hasta la Península de Taitao habitaban los chonos. Los hombres eran pescadores y cazadores de lobo marino, las mujeres recolectaban mariscos y algas. Navegaban en dalcas, embarcaciones hechas de tres tablas curvadas y endurecidas con fuego, unidas con fibras vegetales

los aymaras


Los Aymaras.
Los Aymaras son un grupo de gente indígena que viven en el altiplano de los Andes en América del Sur. La mayoría de la gente viven en las proximadades del lago Titicaca en el Perú y Bolivia y también en partes del norte de Chile. Su cultura es muy antigua, entonces tiene mucha tradición y es muy única. Hoy, hay varios grupos de Aymaras que viven en las mismas tierras de sus antecesores, las áreas rurales del altiplano. Algunos son agricultores y ganaderos y viven en comunidades pequeñas donde trabajan juntas para apoyar a la comunidad. Entonces, pueden mantener varios aspectos de su cultura antigua, como el arte, la música, la comida, y la religión. Sin embargo, han habido muchas influencias extranjeras en la cultura Aymara que han tenido un gran efecto en la sociedad de hoy. Por eso, los Aymaras se llaman la cultura antigua y moderna de los Andes.
pueblo nomade de la pampa y altiplano nortino, eran ganaderos y recolectores 
    
Destacan entre ellos los valles de Lluta, Azapa y Codpa, que se caracterizan por poseer cursos de agua más o menos permanentes, presentando distintos microclimas en la gradiente altitudinal.
Así, un ocupante de esos territorios podía tener rebaños de llamas y alpacas pastando en el altiplano sobre los 4.000 metros; sembrar en terrenos entre los 4.000 y 3.500 metros; maíz, habas, papas y otras especies en tierras ubicadas entre los 2.500 y los 3.000 metros; algodón y ají en las tierras más bajas y, por último, tener acceso a los recursos marinos en la costa, todo ello sin salir de un mismo valle.
Esto originó que, desde muy temprano, los grupos aymaras que habitaban en el altiplano -mucho más escasos en recursos- empezaran a ocupar y a explotar estos espacios.
Recientemente se ha sugerido que los aymaras se impusieron sobre la población local, dominándola. Lo cierto es que actualmente, los únicos habitantes indígenas de estos territorios son efectivamente aymaras.
Estos eran fundamentalmente ganaderos y agricultores. A la llegada de los españoles, sus rebaños de llamas y alpacas se contaban por miles de cabezas en el altiplano. Habían logrado desarrollar refinados sistemas de conservación de alimentos. Hacia esa altiplanicie convergían caravanas de llamas cargadas de pescado seco, algas, algodón, ají y otras especies, enviadas por los colonos residentes en los valles costeros.







Los grandes señoríos del altiplano estaban divididos en mitades, cada una de ellas enviaba su propia gente a los valles de Arica.
Aquí los valles ya no alcanzan a llegar a la costa, desapareciendo en la pampa de Tamarugal o en el desierto que, en esa zona, llega prácticamente hasta la precordillera de los Andes. Los estudiosos suponen que los habitantes de estas quebradas hablaban aymara. No está claro, sin embargo, si se trataba de un grupo local autónomo o eran también parte de un señorío del altiplano, como los pacajes o carangas.
Es posible que el nombre de Tarapacá no sea propiamente el del grupo étnico lo poco que sabemos de ellos es que probablemente formaban una unidad que incluía, al menos, a las poblaciones asentadas en las quebradas de Tarapacá, Pica y Guatacondo. Es posible que en ese territorio hubiesen tenido que compartir el acceso a algunos recursos con otros grupos procedentes del altiplano, como los Lípes, o del río Loa, como los Atacamas.
        

martes, 2 de octubre de 2012

los atacameños


Los Atacameños.
La región de atacama está marcada por el desierto.Un poco más al sur se encuentra el gran salar
de Atacama, la puerta del desierto árido del mundo

 desierto de atacama                      salar de atacama
  


Hacía el interior, a las orillas del río Loa y en los oasis ubicados al pie de la cordillera, habitaban grupos de agricultores y pastores que pertenecerían a otro grupo étnico, los Atacameños. Vivía también en estas tierras Lípes del altiplano y grupos originarios del de Tarapacá.
Las poblaciones de pescadores hablaban un idioma propio, muy áspero entendido solamente por ellos. Los atacameños en tanto hablaban una lengua propia que parece ser el cunza. Es posible que el nombre de “atacama” sea una denominación impuestas por otros grupos (probablemente los cuzqueños), por lo que prefieren llamarlos “Likan Antai”.
El territorio de los atacameños habría estado dividido en dos partes: Atacama la alta (el sector del salar), y Atacama la baja (el sector del río Loa. Se desconoce aún la organización social concreta a que esta habría dado origen.
En sus actividades de subsistencias, los atacameños se movilizaban a grandes distancias, intentando lograr acceso a productos de tierras lejanas. Es así como sus caravanas habrían llegado hasta Lípez y Chichas, lugares en los cuales algunos de ellos se deben haber quedado por largas temporadas.
En la zona norte la cultura atacameña, de prolongado desarrollo. La ocupación incásica y particularmente el hecho de ser la ruta obligada entre el norte y el sur del país significó el aporte de nuevas expresiones culturales aborígenes.
En la cultura atacameña se distinguió el Complejo Cultural de San Pedro de Atacama que tuvo su centro en la localidad de ese nombre y que se proyectó regionalmente. Se ubicó en la hoya del río Loa, el único que lleva agua todo el verano.
La base de su economía fue la agricultura. Para el regadío de la escasa tierra fértil, los atacameños construyeron terrazas y practicaron la irrigación artificial, utilizando, además, el salitre sódico como fertilizante.
Por la limitación de su medio geográfico, sus habitantes ampliaron su economía a través del comercio. Llevaban a la costa lana de Alpaca y productos agrícolas como Maíz, Quinoa, Frejoles, y a cambio traían moluscos y pescados. Viajaron al altiplano en busca de coca, a través de senderos que más tarde formarían parte del legendario "Camino del Inca".
La evolución de este núcleo cultural comprendió distintos períodos, extendiéndose desde los primeros siglos de la era cristiana hasta después de la ocupación incásica e incluso parece haber estado presente a la llegada de los españoles en el siglo XVI.

vivienda de atacameños                                                                                  vestimenta
                                  

el pueblo mapuche


Los Araucanos, el pueblo Mapuche.
El número de habitantes del pueblo Mapuche depende del sentido que se da al vocablo.
Sobre su descripción física podemos decir que su estatura era baja (1,61 a 1,63 metros para el hombre y 1,43 a 1,44 metros para la mujer); el tronco muy bien desarrollado, es de pecho alto y arqueado y más largo que el del blanco con relación con relación a su altura., la cara es generalmente redonda, la boca es grande, los labios gruesos y el superior muy largo, el cutis es moreno y el pelo oscuro.Los mapuches se tornaron sedentarios en nuestro territorio y asimilaron en parte la civilización chincha-chilena, principalmente

   
Por el conducto de las mujeres que quitaron a los vecinos. Se hicieron agricultores y ganaderos y la base de su ganado la formaban la alpaca y la llama que heredaron de los chilenos. No alcanzaron aprender el trabajo de los metales, ni lograron asimilar la alfarería adelantada de la civilización chilena pero introdujeron en su lugar la vasija de madera.
El mapuche (mapudungun) es un idioma armonioso, sonoro y uno de los más perfectos entre los idiomas americanos.
-Origen
Uno o dos siglos antes de la invasión incaica, este pueblo guerrero se incrustó, como una cuña, a la altura del Cautín, cortándola en dos porciones.
La forma como dividió la población, hace inverosímil la posibilidad de un arribo por el norte o por el sur. Por otro lado la persistencia de costumbres pampeanas y algunos nombres personales y geográficos y apellidos, como nahuel (tigre) y cheuque o huanque (avestruz) inducen a suponer que los araucanos residieron cierto tiempo en las pampas argentinas como cazadores nómades, vistiéndose de pieles o construyendo sus toldos con cueros de guanacos. El pueblo se denominaba a sí mismo mapuche (gente de la tierra). Como dice Darapski “ningún pueblo se levanta para reclamar como hermano a los antepasados de los araucanos”.
Los mapuches, al cortar en dos porciones la civilización chilena preincaica no la destruyeron; se limitaron a empujar hacia el norte una parte de los pobladores a los cuales, como se ha dicho, dieron el nombre de picunches, y hacia el sur, el resto, que denominaron huillinches.


El atuendo tradicional de la mujer mapuche se compone de:
El chamal o quetpám o küpam, que es un gran paño cuadrangular de color negro, que envuelve todo el cuerpo a modo de vestido, dejando al descubierto el hombro izquierdo sujetándolo con un alfiler en el hombro derecho.
El trarihue, faja que se atan a la cintura sobre el quetpám.
La iculla o iquila, que es un gran paño de tejido muy fino, de color negro bordeado por una franja sus bordes de color azul, fucsia o verde. Este se sujeta en los hombros, se prende al cuello y cuelga largo hasta los tobillos y sirve para abrigarse la espalda.

La vestimenta masculina consistía, en una chiripa, que es un trozo de tela que cubría desde la cintura hasta las rodillas en forma de pantalones. Actualmente, los pantalones se complementan con una camisa y tradicionalmente una manta o poncho confeccionada en el telar.

vestimenta
      

instrumentos